viernes, 19 de diciembre de 2014

SUPERÁNDOME

Hace unos meses, en una de los múltiples días que he pasado con mi Ama, medio en serio medio en broma, le surgió a Ella una idea.
Estábamos en casa, disfrutando del día juntas. Nos debíamos vestir para salir, así que ya en el baño, se le ocurrió que, ya que me estaba haciendo pis, me lo hiciera encima dentro de la ducha.
Lo vereís una tontería pero la lluvia dorada es uno de mis límites. Puede que os suene absurdo pero es así.

Me ordenó meterme en la ducha y orinarme encima. Y lo hice, animada por su “tranquila no va a pasar nada”.
Una vez lo hice, me preguntó como me sentía y le dije la verdad. Ni bien ni mal, normal, pues no es la primera vez que lo hacía pero si la primera que lo hacía delante de alguien.
No me supuso un esfuerzo terrible ni vergüenza alguna. Creo que todos alguna vez en la vida, estando en la playa, o en la piscina, o incluso dándonos una ducha, hemos sentido esa necesidad natural y lo hemos hecho.

El problema, o el miedo, me vino cuando fue Ella la que decidió hacerlo en mi cuerpo.
Un nudo me apretó el estómago del tal forma, que creo que se me quedó del tamaño de un garbanzo. Pero a la vez, lo vi como una oportunidad de intentar superar uno de mis límites.
Reconozco que soy muy propensa a renegar de cosas que me afecten para mal, psicológicamente hablando. Y ésta es una de esas, porque me conozco y sabía que el “sacrificio” iba a ser grande, pero solo por el hecho de que viese que estaba dispuesta a intentarlo por satisfacerla, merecía la pena.

Me mandó separar mis piernas y avanzar una de ellas un poco hacia delante. Estaba temblorosa, llena de miedo. Mi mente no paraba de pensar en “no te muevas nyx. No apartes la pierna”.
Temía que mi instinto,por evitar pasarlo mal,me hiciera reaccionar de alguna manera que disgustase a mi Ama. Así que me armé de valor y y miré.
Ahí estaba Ella, con sus piernas una a cada lado de la mía, derramando sobre mí algo que yo debía considerar y considero un regalo, pero que temía no me fuera a gustar.

Cuando acabó, me miró con esos ojos llenos de compresión , y me preguntó como estaba, como me sentía.

Y yo, como una niña pequeña que ha perdido su juguete preferido, entre sollozos solté un “no me gusta Ama” y rompí a llorar desconsolada.
Sonriendo, me recuerdo en ese momento. Me sentí débil, fracasada, decepcionada conmigo misma, tonta, inútil,absurda, vulnerable.....

Ella me rodeó con Sus brazos y me dió un beso. Me susurraba al oído “no pasa nada pequeña. Ya lo intentaremos otro día.”. Y lo mejor es que se rió, no con crueldad sino en plan divertido, al verme llorar, y cuanto mas se reía por la gracia que le hacía verme ahí, con 37 años y llorando como una mocosa, mas lloraba yo. Y a la vez me entró esa risa tonta de verme tan ridícula ahí, en la bañera, muerta de frío, miedo y risas al mismo tiempo.

Justo en ese momento, en el que sentí su abrazo y escuche risa, supe que todas las lágrimas que estaba derramando, merecían y merecen la pena. Y también me quedo claro que lo volveré a intentar,hasta superar esa barrera que tanta fobia me da.

No somos máquinas. Somos personas con sentimientos y nuestros Dueñ@s lo saben. Los límites hay que superarlos, por supuesto. Pero no sólo con disciplina sino también con cariño, compresión y paciencia.


                                                                                                                   nyx de Lady Foc

2 comentarios:

  1. Sabias palabras, la comprensión, el cariño y la paciencia son fundamentales.

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  2. Uy creo que borrado lo que había escrito... XD. Enhorabuena nyx :) no todos dos capaces de aunque sea intentar superar sus límites... Eres muy grande! :). Un abrazo enorme. Saludos a tu Ama :). (Por cierto, ese también es uno de mis límites... Así que te entiendo ;) y creo que me puedo imaginar todo lo que te ha costado..)

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