viernes, 4 de julio de 2014

VACÍO (primera parte)

Despertó enredada entre las sábanas y empapada en sudor.
Llevaba unas cuantas noches que el sueño no la acompañaba.Las pesadillas eran sus únicas compañeras de viaje en ellas.
Se sentía sola, vacía, como si le hubieran arrancado una parte de sus entrañas, de su alma.
Se miró la piel y notó como un escalofrío recorría cada centímetro de ella.
Se levantó y fue a la ducha, a ver si el agua caliente era capaz de darle un poco del cariño y de la tranquilidad que echaba tanto de menos.
Colocó la alcachofa de ducha en su soporte y dejo que el agua resbalase por su piel. Deslizó la mano hacia su sexo y comenzó a masturbarse pensado en Ella, en Su voz, en Sus azotes, en Su cara cuando Ella le ordenaba que le diera placer, en Sus gemidos.....Pero lo que mas le motivaba era Su “Estoy orgullosa de tí, perrita.” Toda Ella ocupaba su pensamiento aunque muchas veces no lo demostrase.
Cada vez el placer era mayor; cuanto mas pensaba en ella, más se excitaba.
Pero algo en su interior hacía que no fuera lo mismo. NO tenía a quien entregarle ese placer, ese orgasmo, ese “Soy Suya”.
Paró de masturbarse, salió de la ducha y se tapó con una toalla. Y allí, sentada en el suelo del baño, lloró toda su soledad.
El calor de saberse protegida y cuidada por Ella , no era fácilmente sustituible. De echo, no lo era en absoluto, pero necesitaba algo que aliviase esa mala sensación.
Cuando acabó, se sentó a los pies de la cama, abrió las puertas del armario y se puso a mirarlo a ver que habría elegido Ella.
Tenía una reunión ese día, asi que escogió una minifalda negra y una camiseta de esas de “arreglá pero informal”. Seleccionó una medias de medio muslo y unos zapatos negros con tacón y plataforma.
Se vistió y se dirigió al baño a maquillarse y peinarse. A Ella le gustaba que fuera arreglada y asi hizo.
Se maquilló lo suficiente para que se le notara buena cara y tapase las ojeras de tantas noches sin dormir, pero tampoco para que pareciese una puerta. Discreta pero elegante y guapa.
Por unos segundos se gustó a sí misma, hasta que se paró en sus ojos y unas lagrimas brotaron por las esquinas. Estaban negros, sin vida, vacíos. Les faltaba el brillo que Ella le aportaba a su vida.
                                                                                                                    (Continuará)

                                                                                                                        nyx 


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