viernes, 11 de julio de 2014

SILENCIOS DE DOMINGO

Miraba hacia la ventana como caía la lluvia. Las gotas se deslizaban por el cristal como las lágrimas por sus mejillas.
Acurrucada en una esquina del sofá, con la televisión encendida y una copa de moscato en la mano;así es como había planeado su tarde Chloe.
Arrastraba una dura semana de trabajo y emociones y no lograba distinguir qué era lo más intenso de todo.
Apoyó su cabeza en el respaldo del sofá y cerró los ojos, sumergiéndose en el sonido de la lluvia contra el cristal....

La suavidad del raso acarició su rostro, erizando la piel de su cuerpo como si del paso de una pluma se tratase.. con los ojos cerrados sintió una piel que se acercaba a la parte alta de su espalda, contorneando cada curva de los huesos en ella.
Una mano se posó sobre la suya y la invitó a acompañarle. Con la vista negada y confiada, se levantó del sofá y se dió media vuelta, dejándose guiar por esa mano desconocida.
Escuchando a su sentido del recuerdo, camino mentalmente cada paso que andaba. Sintió como atravesaba el pasillo, pasando por el aseo y la cocina hasta llegar a la puerta de su habitación.
La mano la acercó a los pies de su cama, indicándole con una leve presión en el hombro que se agachara y se pusiera de rodillas.
Sus piernas se flexionaron al instante, las separó y puso los pies con la planta hacia arriba para estar mas cómoda, quedando a la merced de esa alma silenciosa que la vigilaba.
Intento agudizar su sentido del oído para ver si conseguía un atisbo de voz que le indicase quien era, pero a la vez deseaba no saber, no conocer, no escuchar.....sólo dejarse llevar por el sentimiento y la entrega.
La mano asió su camiseta por ambos costados y la deslizó hacia sus hombros, dejándola física y emocionalmente desnuda del todo. Chloe aprovechó esa cercanía a ver si su olor disipaba las pequeñas dudas de quién había logrado embelesarla de esa manera sólo con el silencio.

La mano empujó su espalda y hundió su cabeza en la sábana de raso que cubría la cama.
En silencio, una gota de calor recorrió un pequeño camino por su columna vertebral. Aún sin recuperarse de esa sensación, otra gota la siguió...y otra... y otra....
La piel se le estremeció de placer al igual que sus nalgas cuando tambien fueron bañadas por semejante fuente de sensaciones.
La mano, con un leve toque en el hombro, le indicó que se diera media vuelta, dejando sus pechos al aire del silencio.
Sus pechos, pequeños pero bien formados y turgentes, estaban pidiendo deseo, lujuria, placer......pedían esas gotas de calor excitante y frío a la vez.
Empezaron a ser derramadas por la colina de sus senos, acercándose poco a poco a las areolas de sus pezones;éstos se pusieron tersos y definidos, lanzando gritos de deleite y libidez.
La otra mano, disfrutaba de su sexo mientras la cera recorría cada centimetro de ese paraíso liso y terso.
Se metía en su interior, excavando agujeros de deseo en cada rincón.
El éxtasis era casi inminente, pero Chloe deseaba salirse de los límites de sus sentidos... Deseaba vibrar, eclosionar, estallar, gemir, chillar, hablar....y callar.
Puesto que era el silencio el que imperaba en su interior, Chloé enmudeció de placer.
El éxtasis había llegado a ella de la forma mas ruidosa posible. “Eres Mía”



                                                                                                              nyx de Lady Foc

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