viernes, 18 de julio de 2014

PASIONES MOJADAS

Llegó al hotel que habían acordado. Era moderno y de estética minimalista. Amplio, con grandes ventanales y muchísima luz.
Se acercó a la recepción e hizo el checking de rigor.

-”Habitación 259, Señorita.”

Sonrió al recepcionista al que conocía de otras visitas fugaces al complejo, y el cual sabía perfectamente como debía estar preparada la habitación.
Chloe se dirigió al ascensor y mientras esperaba su llegada, analizó todo lo que le rodeaba.
El botones, un chico joven regordete y con cara de buenazas, esperaba a su siguiente cliente al lado de la recepción.
Una señora o señorita joven, de unos treinta y muchos, esperaba en los asientos del hall a alguna cita importante. Le delataba el tic de una de sus piernas sobre la otra, mientras estaba cómodamente sentada, y muy a su pesar, de la seguridad que intentaba mostrar a través de su atuendo, una minifalda negra, camisa semi transparente, finas medias y unos zapatos de tacón de impresión, sobre los cuales dudo se puediera mantener en pie sin tambalearse.
Un grupo de jóvenes ejecutivos con pinta de millonarios, debatían sobre la compra de yo que se empresa, con unos buenos cócteles o gin tonic de compañeros de labia. Cada uno parecía mas hábil que el de al lado en su exposicíon y sabiduría sobre el tema.
El ascensor llegó y Chloe saludo al botones que estaba dentro. También se conocían y Chloe se llevaba genial con él.
Llegó a la planta y se despidó de el. Se dirigió a la habitación y metió la tarjeta que abriría las puertas a una noche de pasiones y sensaciones indescriptibles.
Entró y supervisó que todo estuviera en su sitio; una botella de champagne en la hielera y otra en la nevera. Una botella de whisky escocés en la mesita de al lado del sofá ,grandes cubitos de hielo y una caja de puros.
Chloe se desnudó y se dirigió hacia el baño. Necesitaba una ducha para calmar los nervios que irremediablemente siempre aparecían en el momento menos oportuno.
Se quitó la ropa y se metio en la bañera. Colgó la alcachofa en su soporte y templó el agua dejando que cayera sutilmente sobre todo su cuerpo. Su piel se erizó al sentir el calor del agua resbalando por ella.
Concentrada en sentirse relajada, le pareció oir la puerta de la habitación. Cerró el grifo y afinó su oído pero no percibió ningún sonido asi que volvio a abrir el grifo y prosiguió con su momento.
Sin apenas darse cuenta, unas manos firmes y duras la empujaron contra la pared de la ducha, colocándola de espaldas sin ver a su atacante.
Se posicionó detras suyo y comenzó a acariciarla por el lateral de su torso, las nalgas y terminando en la parte interior de sus muslos sin llegar a su sexo.
Aun con el agua resbalando por su cuerpo, las colas de un flogger arañaron sus nalgas y parte de la espalda, haciendo que Chloe estallase en gritos de dolor, pues con la piel mojada los azotes eran verdaderos asesinos de su piel.
Las manos firmes acariciaron sus marcas con una esponja suave y un poco de espuma de jabón.
No era capaz de recordar cuantos azotes la colmaron de dolor; dolor que pasados una buena cantidad de minutos ya no sentía.
Con la piel dormida y después de haberle vendado los ojos, la guiaron hasta la cama donde la acostaron y la dejaron reponerse.
Otras manos suaves y delicadas recorrían su espalda con caricias y mimos, a la vez que las manos duras y firmes hacían lo mismo en sus piernas.
Se sumergió en un profundo sueño.


                                                                                                                          nyx

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